Agradezco lo que he vivido, lo que he visto y con quien he compartido. Cada persona es importante, de todos podemos aprender algo... Sólo es cosa de voluntad, querer compartir y darnos cuenta de que no estamos solos, que la persona que está al lado siente igual que yo, tiene los mismos problemas, vive en un mismo país y lucha al fin y al cabo por las mismas cosas... Muchas veces nos encerramos en nuestras vidas, como si solo lo nuestro importara y no nos damos cuenta del sufrimiento ajeno, del dolor de la gente. Mientras nosotros estamos bien, quizás sin preocupaciones, hay niños sin comer, gente viviendo en la calle, con frío y pensando en como seguir sobreviviendo. Es vergonzoso, esto es lo que hemos logrado. El individualismo que nos come día a día no nos deja mirar más allá de nuestra nariz, no nos deja observar lo que ocurre, nos hace cada vez  más fríos. No se trata de situación social, gustos, tendencias políticas ni mucho menos. No se trata del poder adquisitivo que tienes tú o yo, él o todos. Se trata de que somos iguales, somos hermanos y como tales tenemos el deber de apoyarnos unos a otros. No quiero estar el día en que eso no importe, en que se destruya a todos los que se interpongan en nuestras ambiciones personales, no quiero estar el día en que ya no seamos personas...