Como las hojas de otoño, logro volar, desde el cielo caigo sin nada que decir. Después de vivir, llorar y andar, he llegado hasta aquí. Frente a tus pies me tienes. Solo imploro un poco de atención, quizás algo de cariño y una mirada, nada más que una mirada. Logro caminar lentamente, el peso de mis ojos llena de odio mi alma.La luz, que prometió estar, me ha fallado nuevamente...
Muda hoja que llorando baja...
ResponderEliminarEl día en que tu alma no acaricie el suelo, el día en el que el soplo perfecto haga que la atención te dedique una mirada, serás luz.
No te falles, no te vayas...