Tal vez por ahora, sólo por ahora no podré cambiar el mundo. Pero lo que más me importa es que el mundo no me cambie a mi...

domingo, 17 de abril de 2011

Vivo atado a tus intenciones, a lo que piensas. Vivo a la orilla de tu sombra y al centro de tu olvido, buscando alguna forma de salir, respirar y correr.
Mis manos cansadas ya no quieren caminar, una lágrima gigante las ahoga, un último respiro les quita su más preciado sueño.
El aroma de tu ser envenena el viento, tus ojos queman la única razón que queda, aquella que alguna vez se jactó de tener vida.
Ahora, comprendo todo un poco mejor. El grito que emano desgarra lo más hondo, hace llorar a un gigante y, peor aun, logra que la última hoja, esa que llevaba lo que algún día fuimos, se desmorone. 
Un vago vaivén sucumbe mi mente, destruye mis sentidos hasta llegar a lo más secreto, a ese lugar que solo tu y yo hemos visitado. Ya en él, te encuentra. Destrozada, inconsciente y quizás, con algo de amor...



No hay comentarios:

Publicar un comentario